90 minutos: El fin de una ilusión
Ayer 29 de mayo de 2012 en Munro,
Partido de Vicente López, 90 minutos acabaron con la ilusión de la gente. Un
solo partido, una definición injusta se podría decir, pero son las reglas del
juego y con eso no se puede luchar, los cambios se hacen antes. Dos equipos
enfrentados, realidades distintas de cada uno, Colegiales el candidato, el que
peleo el campeonato hasta la anteúltima fecha, Acassuso el que entro último al
Reducido, el que venía a no perder por mucho, pero que se llevo todo.
El partido comenzó a la 1 de la
tarde (horario poco amable siendo un día de semana) y a los pocos minutos el
primer inconveniente, Leguizamón Arce, el “Cacique”, sale lesionado, el equipo
se sobrepone y Vildozo le dedica el primero de sus goles, la gente festeja,
todo esta bien encaminado. A los 30 minutos ellos empatan con un tiro libre de
otro partido. Ida a los vestuarios preocupados pero con la ventaja de que el
empate clasifica. Comienza el segundo tiempo, se juega, se lucha y otro tiro
libre, pero esta vez pega en la barrera y la pelota entra sola por el palo
contrario al arquero. 2 a
1 abajo y ahora a buscar el resultado, el banco se mueve, los suplentes
calientan. Jugada de Barale, entra al área, cae y el árbitro pita penal.
Vildozo con la frialdad del goleador lo ejecuta sin despeinarse y se lo vuelve
a dedicar al “Paragua” que ya lo mira dolorido desde la platea. La gente lo
grita con alma y vida, la chance del Nacional todavía está. Un cambio y entra
Toto, Lucio no quiere irse, pero esto es un equipo. Otro centro de Acassuso
desde la derecha, una columna azul que se eleva solitaria y la pelota que entra
tranquila sin que el arquero pueda hacer algo. El estadio mudo, las caras
amargas. Todavía queda tiempo, 15 minutos más o menos, otro cambio, entra
Fergonzi, sale “Tao”, Atilio se juega todo lo que tiene.
Los minutos pasan y el empate no
llega, es más garra que juego, más ganas que fútbol, pero a veces los partidos
se ganan de arremetida, metiéndolo al rival debajo de su propio arco. La
hinchada alienta, como todo el partido, como todo el campeonato, como en todas
las canchas.
El árbitro da 4-5 minutos más, todo
el equipo esta tirado al ataque, el arquero tira los centros, todo el equipo
tira, empuja y pone hasta lo que no tiene, pero el gol no llega. Se escucha el
pitazo final, todo se terminó, ya no queda nada más. Acassuso festeja como si
hubiera ganado una final, que para ellos lo fue, el 2° contra el 9°, quien iba
a pensar que iba a terminar así. Colegiales se reúne en la mitad del campo,
como en todos los partidos de local, con la cabeza gacha y recibe aplausos de
pie de toda la gente, menos algún que otro desagradecido que no sabe lo que
dice, esperemos que por el dolor de la derrota.
Atrás quedo una campaña para la
historia, un subcampeonato con 73 puntos que en otro año hubiera alcanzado para
gritar y mirar a todos desde arriba, uno de los equipos mas goleadores y con el
arco de los menos vencidos. Victorias increíbles, 3 a 0 a Morón de local, 1 a 0 a Platense de visitante en el
último minuto, a Defensores acá y allá.
Muchos repasaran los puntos perdidos
con equipos que no llegaron a nada, las jugadas que podrían haber cambiado la
historia frente a Sarmiento en esa casi final, se podrá mirar para atrás y ver
que paso, como se escapo esta chance, como se fue la ilusión. Pero lo
importante es saber que las cosas se hicieron bien, que se dio todo por
conseguirlo, que todos pusieron su granito de arena; los jugadores partido a
partido, la hinchada alentando siempre, hasta en Salta, donde Independiente ni apareció
y “La Linda” se
hizo mas linda vestida de tricolor. Los dirigentes que hicieron mas de lo que
se podía hacer, el cuerpo técnico que vive los partidos con alma y corazón, con
un técnico, Atilio Svampa que vive el fútbol y se apasiona con lo que hace.
Todos juntos buscando la ilusión del Nacional.
Da bronca que 90 minutos hagan que
todo lo que se hizo no sirva para nada, pero el fútbol es así y estos
sinsabores son lo que lo hace mas lindo todavía y la posibilidad de tener revancha
el próximo año.
El otro día preguntaron si este era
el mejor equipo de Colegiales, yo respondería lo siguiente: Es el mejor ahora,
pero se que este club puede mejorar aún más y podemos crecer y cumplir nuestra
ilusión. Tomemos todo lo bueno que se hizo, revisemos los errores y aprendamos
de ellos para poder seguir creciendo y hacer a Colegiales mas grande todavía.